Vivimos
en un mundo de apariencias y las redes sociales no podrían ser menos.
En estos momentos estamos inmersos en una fuerte crisis económica en parte, por que hemos vivido a crédito o aparentando durante varios años.
Esta cultura el vivir de las apariencias, debe estar en nuestros genes y ahora con el incremento de las redes sociales hay personas, profesionales y empresas que quieren demostrar que son más populares de lo que lo son en realidad. ¿Cómo?. Comprando seguidores. Todo se vende, todo se compra.
Por poco dinero puedes comprar un batallón de seguidores en Twitter o en Faceook, pero ¿Qué sentido tiene eso?. Aparentar popularidad, dar a entender que somos tan interesantes que nos siguen muchas personas.
Las empresas cada vez están más obsesionadas por tener presencia en las redes sociales, crearse un “perfil potente” lleva tiempo y muchas no están dispuestas a esperar. Piensan que necesitan tener más seguidores, más visitas, más fans, etc., de forma inmediata.
Este apremio por conseguir popularidad, está dando lugar a prácticas fraudulentas que son cada vez más demandadas no solo por empresas, también por profesionales.
Las empresas que ofrecen “seguidores” se dirigen en muchas ocasiones a las agencias de marketing digital, que son las llevan las cuentas de los clientes. Estas prácticas están cada vez organizadas y estructuradas y constituyen un fraude.
Estos proveedores de seguidores son conocedores de que existe la obsesión en algunas empresas por la acumulación de audiencia y popularidad, sin que estas valoren que lo que realmente importa es la influencia y la reputación, no tener seguidores de paja.
Existen “profesionales” por llamarlos de alguna manera que se dedican a crear reputación negativa de empresas, profesionales e incluso personas.
Como ya he comentado, comencé con este blog a partir de una fuerte campaña de críticas a una reconocida empresa y que tienen mucho que ver con este tipo de prácticas.
Estos individuos tienen nombre propio y son los “astroturfers” que se mueven en los bajos fondos del marketing, con el objetivo de contaminar la imagen de una marca y para ello promueven comentarios negativos, creando perfiles falsos bajo en anonimato que les permiten las redes sociales e Internet en general.
Este tipo de personajes y los que los respaldan deberían ser rechazados, ya que perjudican a todas aquellas empresas y profesionales serios que viven del marketing en redes sociales.
En torno a estos temas de máxima actualidad están surgiendo plataformas y asociaciones de las cuales os iré informando. Nos vemos pronto.
En estos momentos estamos inmersos en una fuerte crisis económica en parte, por que hemos vivido a crédito o aparentando durante varios años.
Esta cultura el vivir de las apariencias, debe estar en nuestros genes y ahora con el incremento de las redes sociales hay personas, profesionales y empresas que quieren demostrar que son más populares de lo que lo son en realidad. ¿Cómo?. Comprando seguidores. Todo se vende, todo se compra.
Por poco dinero puedes comprar un batallón de seguidores en Twitter o en Faceook, pero ¿Qué sentido tiene eso?. Aparentar popularidad, dar a entender que somos tan interesantes que nos siguen muchas personas.
Las empresas cada vez están más obsesionadas por tener presencia en las redes sociales, crearse un “perfil potente” lleva tiempo y muchas no están dispuestas a esperar. Piensan que necesitan tener más seguidores, más visitas, más fans, etc., de forma inmediata.
Este apremio por conseguir popularidad, está dando lugar a prácticas fraudulentas que son cada vez más demandadas no solo por empresas, también por profesionales.
Las empresas que ofrecen “seguidores” se dirigen en muchas ocasiones a las agencias de marketing digital, que son las llevan las cuentas de los clientes. Estas prácticas están cada vez organizadas y estructuradas y constituyen un fraude.
Estos proveedores de seguidores son conocedores de que existe la obsesión en algunas empresas por la acumulación de audiencia y popularidad, sin que estas valoren que lo que realmente importa es la influencia y la reputación, no tener seguidores de paja.
Existen “profesionales” por llamarlos de alguna manera que se dedican a crear reputación negativa de empresas, profesionales e incluso personas.
Como ya he comentado, comencé con este blog a partir de una fuerte campaña de críticas a una reconocida empresa y que tienen mucho que ver con este tipo de prácticas.
Estos individuos tienen nombre propio y son los “astroturfers” que se mueven en los bajos fondos del marketing, con el objetivo de contaminar la imagen de una marca y para ello promueven comentarios negativos, creando perfiles falsos bajo en anonimato que les permiten las redes sociales e Internet en general.
Este tipo de personajes y los que los respaldan deberían ser rechazados, ya que perjudican a todas aquellas empresas y profesionales serios que viven del marketing en redes sociales.
En torno a estos temas de máxima actualidad están surgiendo plataformas y asociaciones de las cuales os iré informando. Nos vemos pronto.